Mi abuela materna había fallecido unos meses antes, después de una enfermedad larga y dolorosa.
Mi madre pasaba por un período de mucha tristeza, llorando la mayor parte del tiempo. Cierta tarde durante su siesta, mi mamá estaba muy agitada en su sueño y parecía hablar dormida. Al asomarse mi padre a su recámara, notó cierta luz extraña en la penumbra de la habitación.
En algún momento de esa misma noche, mi padre se despertó y quedó sorprendido con lo que observó ante sí:
Mi madre, sentada en la salita que tenían dentro del dormitorio, parecía conversar "dormida" con otra persona. Mi papá incorporándose de la cama, fue adonde estaba mi mamá para preguntarle:
- ¿Qué haces aquí? ¿Con quién platicas?
Mi madre ignoró el comentario y siguió conversando; luego se paró del sillón y se despidió de "esa otra persona" volviendo a su cama para seguir durmiendo.
Al día siguiente, mi mamá sin tener consciencia de lo acontecido, comentó muy tranquilamente a mi padre:
- Anoche soñé con mi madre; me dijo que está bien, y la vi muy recuperada, como si nunca hubiera pasado por enfermedad alguna; me dijo que ella es muy feliz porque al fin descansó de tanto dolor.
Ese día mi madre regresó a sus actividades diarias, parecía mucho más tranquila y dispuesta a aceptar y superar la muerte de mi abuelita...como de hecho aconteció.
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